CRISTINA ALONSO
MADRID (España). Dolorido por las tres cornadas y la tremenda paliza que sufrió ayer en Benalmádena, Julio Pedro Saavedra se recupera en la Clínica Gálvez de Málaga. Fue casi de madrugada cuando el diestro pudo descansar finalmente, después de obtener los resultados de unas radiografías y un scanner, que descartaban males mayores. «Julio se quejaba mucho de la clavícula y estábamos preocupado por si hubiera sufrido algún tipo de fractura. Las radiografías lo desecharon, pero también surgió la duda de si la cornada en el periné le había alcanzado los intestinos. Afortunadamente, no fue así, pero fueron cerca de las cinco de la mañana cuando terminamos de conocer todos los resultados», comenta el padre del matador, Pedro Saavedra. Después de pasar toda la noche en la UCI, el diestro fue trasladado a planta, donde ya ha comenzado a ingerir alimentos ligeros.
La familia se encuentra satisfecha porque, hasta el momento, la evolución, sin haber transcurrido apenas veinticuatro horas del percance, se está desarrollando muy positivamente. Saavedra no ha tenido fiebre y le han levantado las curas de la axila y la cadera izquierdas. Sin embargo, la herida que más preocupa a los médicos es la del perineo, una cornada de 10 cm, que por tratarse de la zona en la que se encuentra dificulta más su recuperación. «Ya nos ha comentado los médicos que por la humedad que suele tener es más complicada de curar. Vamos a esperar como se desarrolla la evolución y si el no tiene fiebre en tres o cuatro días queremos que lo trasladen a la Clínica La Zarzuela de Madrid».
Cerca de él, su hijo, el matador Julio Pedro Saavedra ratifica sus palabras. El joven se encuentra en la cama y con voz que denota no haber descansado intenta, en un principio, quitar importancia al porqué se encuentra postrado, para reconocer finalmente que se encuentra no solamente dolorido sino también fastidiado por los percances que perderá . «Serán alrededor de diez, aunque no sabemos con certeza cuando podré reaparecer. Lo que más me preocupa es cómo me podré poner de nuevo un traje tan ajustado con esa herida que tengo. Por eso habrá que esperar a estar bien recuperado».
Julio Pedro resultó herido ayer en la plaza de Benalmádena en el recibo de capote al que abrió plaza. «Fue al darle la segunda verónica cuando de repente el toro se dio la vuelta me dio con la pala del pitón y me desequilibró. La paliza fue tremenda, aunque también tengo que dar gracias de que todo se haya quedado en las heridas que tengo».
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