Hacía falta

Segovia necesitaba y necesita una foto así. Miguel Abellán, El Fandi y Víctor Barrio triunfaron, jutno a la ganadería de Marqués del Quintanar, en la corrida celebrada en la bicentenaria plaza castellana. Un espectáculo exitoso, con siete orejas, un toro, ‘Turquesito’, de vuelta al ruedo y un público que respondió bien a la convocatoria taurina y disfrutó en el tendido. Una tarde importante para la Segovia taurina.

Miguel Abellán cortó una oreja del toro que abrió plaza, un astado que no humilló y que salía desentendido de cada muletazo y con el que el madrileño se mostró entregado. Extrajo las mejores series por el pitón izquierdo. Valiente y muy decidido se mostró Abellán con el cuarto, un astado justo de fuerzas al que supo sacar partido el espada. Mató de pinchazo y estocada y cortó la oreja que le abría la Puerta Grande.

El Fandi desorejó al gran segundo, de Marqués del Quintanar, un excelente toro, con transmisión y enorme duración, para el que incluso se pidió el indulto y que finalmente fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. El granadino lo toreó a placer, le instrumentó una faena larga cimentada en la mano derecha a un ejemplar que no se cansó de embestir y al que primero había quitado por chicuelinas para después formar un espectáculo en banderillas. El público pidió el indulto al Palco, que no lo concedió. El torero pinchó, y aún así le premiaron con dos orejas y ‘Turquesito’ recibió la vuelta al ruedo en el arrastre. Otra oreja paseó después del quinto, al que puso un cuarto par de banderillas a petición del público en un tercio muy vibrante que encandiló al respetable cuando ejecutó dos veces el par de la moviola. El astado llegó mermado de fuerzas a la muleta, aunque El Fandi no le apretó en una faena larga que remató de pinchazo y estocada.

Víctor Barrio paseó un trofeo del tercero, un toro muy justo de fuerzas ante el que el segoviano estuvo muy variado desde que se abrió de capa. El diestro comenzó la faena en mitad del ruedo en una labor de mucha entrega que terminó con ceñidas bernadinas. Cerró su tarde en triunfo tras una faena importante al buen sexto, un toro que humilló y sacó fondo. Toreó con verticalidad Barrio, que se gustó al natural antes de un arriesgado cierre entre los pitones. El pinchazo previo a la estocada pudo provocar que el Presidente no atendiera la fuerte petición de la segunda oreja, pero, con la que sí paseó el torero segoviano se ganó el éxito final.