ALBERTO LOPERA
Manizales (Colombia).Se inició una edición más de la Feria de Manizales “la feria que hizo las ferias en América”desde hace 54 años. Esta vez con una interesante corrida de novillos que congregó cerca de nueve mil aficionados que ocuparon tres cuartos del aforo en una tarde con sol agradable.
La novillada con el hierro de Achury Viejo fue de lujo, de categoría. Auténtico manjar para los novilleros, de presentación impecable y juego superior. El corrido en quinto lugar de nombre “ Alfarero” con 446 kilos fue premiado con la vuelta al ruedo.
Abrió plaza Leandro de Andalucía, uno de los novilleros colombianos con mayor futuro en la actualidad, le correspondió un toro de calidad, noble, muy noble. Ejecutó una faena limpia, medida, con clase que le permitió cortar la primera oreja de la corrida. Su segundo no se quedó atrás en bravura y nobleza, la faena fue seria y merecedora de trofeo. Lamentablemente la espada se lo quitó.
El novillero de la tierra, Santiago Gómez demostró ante sus paisanos el positivo futuro que tiene, ejecutó dos faenas llenas de emoción y entrega. Los tres intentos de descabello de su primero le privaron de pasear una oreja, y la avaricia del Presidente le privó de pasear las dos de su segundo al no concederle más que un apéndice que paseó triunfal.
En blanco, de vacío, sin dejar huella alguna salió de la plaza del mexicano Santiago Fausto a quien le correspondió un novillo de mazapán que no supo digerir. En el que cerró el festejo era necesario refrendar el visado de torero, no lo logró.
Salió en séptimo lugar un becerro para el niño torero Guillermo Valencia a quien por su arrojo y valentía se escucharon fuertes ovaciones.
RESUMEN– Feria de Manizales, novillada inaugural. Novillos de Achury Viejo de gran clase y nobleza, bien presentados. Leandro de Andalucía, una oreja y silencio. Santiago Gómez, palmas con saludos y una oreja. Santiago Fausto, de México, silencio y silencio.