Antón Cortés poco pudo hacer con un lote descastado y complicado que no fuera demostrar sus buenas maneras y disposición para buscar la aprobación del respetable. Al primero, distraído de salida, que se ciñó permanentemente en las embestidas y que fue apenas picado, consiguió arrancarle muletazos en los medios en dos tandas con la derecha y una con la izquierda antes de que el novillo empezara a cortar con la cara a media altura. Aun así logró una tanda final en la que el torero puso todo, cruzándose y acortando los terrenos. Luego de pinchar recetó una estocada casi entera que fue suficiente.
Al cuarto bis de la tarde que cumplió en varas y banderillas, consiguió instrumentarle dos series en las que el novillo protesta, sometiéndolo con temple para luego ligar una serie buena, siempre con la derecha. Lo saca a los medios pero el toro ya no quiere mas pelea. Acortando distancias logra muletazos sueltos pero la faena no recupera el tono. Mata de pinchazo y estocada calada.
Procuna se presentó en Acho desplantándose ante la puerta de chiqueros. Toda una declaración de lo que sería su actuación en la tarde. Tropezado en el recibo, sin consecuencias que lamentar, insistió rodillas en tierra con una larga cambiada que hilvanó a una serie de verónicas y chicuelinas, en las que el astado salió contrario pero repitiendo con emoción, rematadas en los medios con una media rodilla en tierra. El portugués cuaja un gran tercio de banderillas, destacando un par al quiebro en los medios. Luego de brindar al público inicia su actuación de muleta con un pase cambiado en los medios para luego instrumentar dos series ligadas con la derecha en las que el novillo protesta y de las que sale definitivamente rajado. Con su oponente aquerenciado en tablas Procuna hecha mano de recursos para arrancarle muletazos a favor de tablas. Alarde de voluntad y entrega son el signo del tramo final de su actuación en este novillo. Luego de una serie de rodillas por manoletinas entra a matar dejando una estocada tendida y un descabello.
Con el quinto no termina de acoplarse en los lances de recibo. En varas el novillo cumple. Con los garapullos Procuna pone nuevamente los tendidos al rojo vivo. Brinda a sus alternantes e inicia su faena por alto sacando el astado a los medios, donde intenta infructuosamente, por ambos pitones, pasar al de Roca Rey que embiste cortando, sin entregarse nunca para finalmente pararse. El novillo termina probando ante un decidido Procuna que finalmente tiene que desistir. Estocada calada y descabello. Serafín Marín fue el mejor librado de la tarde, aprovechando la oportunidad para dejar en Lima una buena carta de presentación. Al primero de su lote lo recibió con tres faroles rodilla en tierra. El novillo cumple en varas y Marín quita lucidamente por gaoneras ceñidas y gran quietud.
De muleta su actuación se inicia por estatuarios en los medios en los que aguanta la embestida ceñida del burel con quietud y relajo. Continua en los medios alternando series por derechazos y naturales en los que Marín encuentra el sitio y el temple para arrancar la ovación del respetable pesa a la poca transmisión del astado. El novillo empieza a pararse y Marín insiste sin lograr mantener el nivel de la faena. Una estocada tendida de la que el novillo tarda en doblar, siendo luego parado dos veces por el puntillero, enfría algo los tendidos.
Con el que cerró el festejo Marín pudo mostrar lo mejor de sí. El novillo que embistió repetidor y con transmisión se encontró con un novillero dispuesto y con credenciales para cuajarle de salida una tanda de verónicas a pies juntos y apretadas en las que toreo con gusto y buenas maneras. Apenas picado el astado quedó con fuerzas suficientes para embestir en una faena larga. Primero en un quite por chicuelinas alternadas con talaveranas aplaudidas por el respetable y luego en series por derechazos ligados en las que el torero enganchó adelante para correr la mano con temple y mando. Por el pitón izquierdo, si bien lo intentó, no hubo acople pues el novillo por ese pitón no tenía el mismo recorrido quedándose a mitad de la embestida. Luego de dos pases afarolados rodilla en tierra instrumenta una serie final en la que es cogido sin consecuencias. Una estocada caída pusieron punto final al festejo.