JOSÉ MIGUEL ARRUEGO
Aranjuez (Madrid).Enrique Ponce ha paseado la únoca oreja en la tradicional corrida de San Fernando de Aranjuez, un festejo muy condicionado por el juego ofrecido por los toros de Torrehandilla lidiados, en líneas generales de buena condición pero muy justos de raza. La nota positiva, además de la oreja de Ponce, fue el éxito de público en el regreso de los hermanos Lozano a la plaza de Aranjuez. El Juliy Sebastián Castella, que completaban el cartel, anduvieron dispuestos toda la tarde, pero sus respectivos lotes no hicieron posible un triunfo.
Enrique Ponce, que muleteó con profesionalidad y soltura al primero, un toro noble pero justo de raza que no le permitió construir un trasteo emocionante, sorteó en cuarto lugar a un toro que apuntó calidad desde los lances de recibo. El torero valenciano lo cuidó mucho en el peto y le instrumentó una faena inteligente, en la que dio tiempos al toro y en la que lo muleteó, por el pitón derecho, a media altura pero con elegancia, compostura y expresión. El fallo con la espada no le privó de pasear la primera oreja del festejo.
El segundo, para El Juli, fue otro toro dócil y justo de fuerzas con el que el madrileño protagonizó un ajustado quite por chicuelinas. Ya en el tercio de muleta, El Juli se hizo con él, sobre todo por el pitón derecho, aunque sin obligarle mucho, puesto que cuando trató de bajar la mano, el toro buscó tablas. En terreno de chiqueros, firmó una serie consistente, la última del trasteo. Mató de una estocada trasera y saludó una ovación. Sorteó en quinto lugar un toro carente de fuerzas al que cuidó con exquisito cuidado en el caballo y en banderillas. El Juli lo llevó a media altura, sin violentarlo, y logró muletazos de entidad, aunque la labor no llegó al público debido a la falta de emoción en la embestida del toro.
Sebastián Castella sorteó en tercer lugar un sobrero de la ganadería titular que, tras dos series ligadas y templadas sobre el pitón derecho, se paró en seco. Castella se metió entonces entre los pitones, y logró así mantener el interés, aunque el trasteo no terminó de prender. Fue ovacionado. El sexto fue el toro más deslucido del festejo. Con él, Castella lo intentó y principió faena con estatuarios en el centro del ruedo, para luego acortar distancias. Ni aún así logró el francés imprimirle emoción a una faena en la que el toro no respondió en ningún momento de modo favorable.
Plaza de toros de Aranjuez. Tradicional Corrida de San Fernando. Lleno. Se han lidiado seis toros de Torrehandilla, el tercero como sobrero, nobles pero faltos de fuerza y raza. Enrique Ponce, ovación y oreja tras dos avisos; El Juli, ovación y palmas y Sebastián Castella, ovación y silencio.