JOSÉ MIGUEL ARRUEGO
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Castellón (Valencia). Tiene una técnica invisible, que da celo al toro abanto, sujeta al aquerenciado, acompaña al suave y somete al impetuoso. Y como todo lo interpreta con naturalidad y elegancia, sin tensión ni afectación, da la impresión, a ojos del profano, que lo que hace Morantees fácil.
Su toreo florece incluso cuando el toro no se presta y no acompaña, como los dos de hoy en Castellón, desfondado uno y descompuesto el otro, que parecieron mejor de lo que fueron por el trato que les dio el de La Puebla. Qué suerte ser toro y caer en manos de este genio.
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