MARIBEL PÉREZ
Almería (España)Entró por la puerta de atrás. Y se fue por la puerta grande. Con el luto cargado a sus espaldas. Crespón negro en el brazo. Duelo en el brindis. Dolor de hombre y de torero. Un toro de bandera. Otro para apostar. Lo tuvo en su mano y no lo dejó escapar. Era el doble mensaje de Torres Jerez en Almería, queno desaprovechó su oportunidad en la Feria de la Virgen del Mar después de entrar en el cartel sustituyendo aCayetanotan sólo unos días después de haber perdido a su hermana de 28 años. Firmó una faena maciza y torerísima al tercero, un gran toro deVictoriano del Ríode vuelta al ruedo y toreó bonito y con mérito al complicado sexto. Gran tarde. Cuatro orejas. Buena imagen dio también El Cid, que cortó una oreja del otro toro bueno del sexteto, al que lució en la distancia con temple. Abrió plaza Rivera Ordóñez,que no tuvo una tarde de brillo.
Francisco Torres Jerezfirmó una maciza labor, con mucho sabor desde que se abrió de capa ante el tercero de Victoriano del Río, un gran toro: bravo, con recorrido, movilidad y transmisión al que instrumentó un saludo de corte elegante y variado, así como un quite templado y acompasado a la verónica. Con la muleta se dobló con mucha torería para sacárselo a los medios y allí le dio las primeras tandas por la derecha, citando en distancia y dando tandas templadas, largas y por abajo en una faena que brindó al cielo en recuerdo de su hermana, fallecida hace una semana. Sobresalieron un cambio de mano y un pase de pecho extraordinarios. Importante también el almeriense al natural, aunque por allí el toro tuviera un poco menos de recorrido. Firmó un final de nota con los adornos de remate y dejó una estocada casi entera que fue escupiendo el animal, por lo que necesitó un golpe de verduguillo. Gran faena. El presidente le concedió las dos orejas.
También desorejó al sexto, un animal complicado que levantaba la cabeza por encima del estaquillador pegando tornillazos. Torres Jerezsacó muletazos templados con mucho mérito y sobre todo, con muy buen trazo, teniendo en cuenta las complicaciones que le planteaba su enemigo, imponiéndose a su condición. Remató su labor con una buena estocada. Antes de doblar, el animal pegó un arreón que puso en aprietos al puntillero, aunque afortunadamente todo quedó en un susto.
Manuel Jesús El Cidpaseó la oreja del quinto toro, un animal con las fuerzas justas al que el sevillano quiso cuidar en varas. Alcalareño se desmonteró tras colocar dos buenos pares. En la muleta El Cid dio distancia a su enemigo y aprovechó su movilidad en tres tandas limpias con la derecha. Por el izquierdo no tuvo el toro la misma condición y cuando se fue a tablas, el sevillano se pegó un arrimón bien acompañado de adornos. Mató de pinchazo y estocada. El segundo fue un toro flojo al que El Cidsupo dosificar en una faena en la que toreó muy despacio, destacando sobre todo por el pitón izquierdo en un conjunto que no pudo tomar excesivo vuelo por la falta de transmisión del toro.
Rivera Ordóñez, ahora ‘Paquirri’,recogió una ovación ante el toro que abrió la función, un animal de preciosa lámina pero de poco fondo, con el que destacó en una serie con la derecha al principio de la faena para luego recrearse en la corta distancia en una actuación en la que el torero dio signos de malestar en la pierna derecha. Fue ahí cuando pasó a la enfermería, donde le recolocaron el vendaje que llevaba en la zona de los abductores que lleva desde que se lesionó a principios de mes en la plaza de Marbella. Ya recuperado, Rivera Ordóñezno lo terminó de ver claro con el desconcertante cuarto, un toro que puso en apuros a los banderilleros y con el que tras un macheteo previo se fue a por la espada pronto. El público le recriminó su decisión con una sonora bronca.
Plaza de toros de Almería. Sexto festejo de la Feria de la Virgen del Mar. Más de media plaza. Toros de Victoriano del Río, de distintas hechuras, algunos de preciosa lámina y bien presentados. De distinto comportamiento: Destacaron el bravo tercero, (negro, herrado con el numero 74, nacido en Noviembre de 2003 de 547 kilos) premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre, y el quinto, que fue noble y con movilidad. Primero, de poco fondo, segundo, con calidad aunque flojo; cuarto desconcertante; sexto complicado. Francisco Rivera Ordóñez, ovación y bronca; El Cid, ovación tras leve petición y oreja y Torres Jerez, dos orejas y dos orejas. Se desmonteró en banderillas Alcalareño tras parear al quinto.