Tres años hacía que el jerezano Juan José Padillano toreaba en el coso portuense, del que salió a hombros en una tarde resuelta con gran solvencia. Estuvo variado siempre, demostrando todo tipo de recursos. Puso banderillas en los seis, fue todo entrega y ganas pero chocó con el mal juego de los María Luisas.
Padillasalió decidido en el primer toro, un toro abanto en el primer tercio y que no llegó a convencer. Anduvo muy vistoso en un quite por faroles a la salida del caballo donde el toro demostró fijeza en un largo puyazo. Espectacular en banderillas con el toro persiguiendo al torero a la salida de cada par y destrozando el burladero. La escena dio emoción y el público premió la entrega con palmas por bulerías. Sin embargo no se entregó en ningún momento en la muleta de Padilla, que inició la faena sentado en tablas, y supo sacarle todo lo que tenía en varias series ligadas por el derecho y algún natural estimable. Rubricó con una estocada algo desprendida y de rápido efecto, que a pesar de la petición no sirvió para cortar la primera oreja por actitud cicatera del palco.
Las dos primeras orejas llegaron en el segundo de la tarde, un bravo y noble toro de María Luisa Domínguez que fue premiado con la vuelta al ruedo. Cuajó una brillantísima actuación llevándolo largo por ambos pitones, gustándose y toreando muy templado y para rubricar con un estoconazo sin puntilla. Había estado francamente bien con el capote al recibirlo, a la verónica muy cadencioso y templado y, en un quite por delantales rematado con una serpentina. Invitó en banderillas a sus hermanos Óscar y Jaime por lo que la lidia fue muy completa y familiar.
Con en el tercero, se subió al caballo para picar al toro entre discrepancias del respetable. Pero el astado que tenía delante distaba mucho de lo visto con anterioridad. Otra vez pegado a tablas comenzó la faena pero el toro se le coló peligrosamente con muy malas intenciones. Lo intentó más allá del tercio con un toro peligroso y orientado siempre. El cuarto fue reservón y midiendo a Juan José en todo momento. Hizo cosas feas de salida aunque muy buena pelea en el caballo. Osorio y Saleri tuvieron su oportunidad en sendos quites antes de que el jerezano volviera a coger los palos donde destacó en un par al violín. Pero poco más. El toro medía mucho, probaba y no hubo posibilidad. Padillaquiso pero fue imposible.
Cuando salió el quinto, la cosa había bajado mucho, por el mal juego de los toros. El jerezano levantó un poco los ánimos en banderillas con un tercer par extraordinario en los medios pero fue un espejismo. El comportamiento del Guardiola, sin clase y tirando la cara arriba, deslucieron mucho la pelea del torero por sacar algo donde no había nada. Salió a por todas en el último con un caluroso y ovacionado recibo a la verónica, al igual que el entregado tercio de banderillas. Llegó al final con mucho fondo y despejado de ideas. Le dio distancias al manejable de Guardiola y lo metió en la muleta, con gran decisión. Faena de detalles toreros, recortes y hasta algún muletazo desmayado. Hubo desplantes y mucho valor. Más Padilla que nunca para cortar la tercera oreja tras una gran estocada. Y otra vez un palco con ganas de protagonismo no quiso valorar la petición mayoritaria. Lo de menos las orejas…lo mejor la solvencia y entrega del de Jereztoda la tarde.