Fernando Robleño, Alberto Aguilar y Rafael Cerro, en el cartel
El toro más útil por su nobleza sin celo fue el que salió en cuarto lugar
Devuelto el toro que abrió plaza de José Escolar
Plaza de toros de Vic Fezensac I ANDRÉ VIARD
ANDRÉ VIARD > Vic Fezensac
Tarde gris la tercera de la Feria de Pentecostés de Vic Fezensac. Poco se dejó el envió de José Escolar, siendo el toro más útil, por su nobleza, el que salió en cuarto lugar. Firme y templado se mostró Rafael Cerro. Gustó su disposición al coso francés y escuchó palmas con el que cerró plaza. Fernando Robleño estuvo dispuesto pero al igual que sus compañeros no tuvo opciones. Por su parte, Alberto Aguilar escuchó palmas con el segundo del lote.
El sexto se tiró dos veces a la yugular del caballo antes de empujar en bravo. Entró hasta en cuatro ocasiones. Otro toro que no se empleó a pesar del buen quehacer de Cerro, firme y templado, cruzandose entre muletazo y muletazo para intentar hacer repetir al Escolar. Esfuerzo meritorio pero en vano y el público le pidió abreviar. Lo que hizo en tres tiempos dejando una buena entera al final. Palmas.
El quinto salió en el mismo son que el precedente con un punto de movilidad más. Aguilar lo toreó a toda pastilla sobre ambos pitones, la mayoría de las veces en línea, buscando más la espectacularidad que la calidad. Consiguió despertar el público de su letargo y de no haber pinchado quizás éste lo hubiera premiado con una vuelta. Mató al Escolar de una estocada casi entera desprendida y escuchó un aviso antes de descabellar. Palmas.
El toro más útil por su nobleza sin celo fue el segundo del lote de Robleño. El toreo se mostró pulcro por ambos pitones, sin obligarle nunca, ni rematar los muletazos por abajo, lo cual explicó la falta de transmisión del conjunto. Media tendida al encuentro y dos tercios igualmente tendida. Escuchó palmas.
El tercero fue otro toro sin opción por no emplearse. Cerro estuvo firme e intentando hacer las cosas bien pero sin conseguir lucimiento. Estocada tendida tras escuchas un aviso. Pinchazo y silencio.
El segundo de José Escolar fue un toro complicado con el que Alberto Aguilar estuvo a disgusto. Consiguió sacarle un par de muletazos quietos. Se coló dos veces y abrevió. Su labor fue silenciada.
El toro de José Escolar que abrió plaza fue devuelto por cogear y tuvo que correrse turno. El que salió en su lugar cumplió en el caballo, sin recorrido, se metía y no dio opciones. Fernando Robleño abrevió después de ponerse por ambos pitones. Dos pinchazos y estocada entera. El torero escuchó palmas.
|