
MUNDOTORO
Santander (España)Rubén Pinarha abierto la puerta grande tras cortar dos orejas en el segundo festejo de la Feria de Santiago . El albaceteño ha dejado constancia de tener la mente muy despejada y de ser un torero listo después de estar inteligente y buscarle las vuelas al tercero. Con el deslucido sexto no se aburrió y trató de buscar el premio a toda costa. Enrique Poncepor su parte, pinchó al cuarto y perdió una merecida oreja aunque recibió una fuerte ovación. La corrida de El Puerto de San Lorenzoha tenido buena presentación, cuajo, romana y tres buenos toros, primero, segundo y tercero. Manolo Sánchezse fue de vacío con un lote dispar.
Pinarentendió a la perfección a aquel ejemplar, un toro que de salida no tuvo inercia ni recorrido y que incluso pareció arrastrar los cuartos traseros aunque luego peleó con bravura en el caballo. Ya en banderillas se asentó aunque llegó a la muleta calamocheando y defendiéndose. El torero manchego estuvo muy inteligente y capaz ligando tres tandas con la diestra por fuera y con la izquierda también ligó varias series en una labor de mucha conexión con el público. Para terminar siguió buscando las vueltas al toro con circulares a dos manos rematando con una contundente estocada dejando ver que es un torero con la mente muy despejada. Fue premiado con una oreja a pesar de que el toro tardó en caer.
El sexto, otro toro de 600 kilos, fue el toro más deslucido de la corrida. Pinar le buscó en todo momento para cortar la oreja como fuera. No se aburrió el manchego y tras otra faena de guiños y conexión con el público, consiguió el segundo trofeo que le abrió la puerta grande.
Enrique Poncevio cómo se partía la mano izquierda el cuarto, por lo que saltó al ruedo el sobrero, de 595 kilos, un toro que salió abanto de los capotes y que llegó sin celo ninguno a la muleta. Ponceestuvo paciente con el animal y trató de sujetarlo en los medios sin apretarle pero el toro se fue pronto a toriles empezando a embestir con la cara a media altura. El valenciano ha tirado de recursos tratando siempre de que rompiera su oponente que acabó en los tendidos del 6. Falló con la espada y dejó un pinchazo hondo siendo premiado con una fuerte ovación.
Poncetoreó bien de capa al primero, un toro bravo y pronto al que le faltó un punto de fuerza, motivo por el que al valenciano le costó cogerle el ritmo en una faena cuyo inicio con la rodilla flexionada fue bueno. Después, sacó algunos muletazos estimables aunque el torero no terminó de estar cómodo porque era difícil cogerle la distancia y el ritmo. El toro prometió más de lo que fue.
El segundo fue otro toro bueno, bien presentado, con cuajo y romana que recibió un puyazo fuerte en varas, luego fue vivo y pronto en banderillas y tuvo un buen pitón izquierdo. Manolo Sánchez insistió en torearlo por el derecho, lado por el que el animal fue más brusco y corto. El toro se partió esa mano en la tercera tanda y a pesar de eso, el toro le ha permitido dos tandas de naturales de buen corte en la primera raya. Mató mal y tuvo silencio. El quinto fue otro ejemplar de 599 kilos, mansurroncete que apretó en el capote y peleó en varas. El toro no tuvo clase en la muleta y Manolo Sánchez le planteó una faena de largo metraje sacándole los muletazos en línea en una labor de poco lucimiento por la condición de su enemigo.
Plaza de toros de Santander. Segundo festejo de la Feria de Santiago. Lleno. Toros de El Puerto de San Lorenzo, bien presentados. Buenos con distintos matices primero, segundo y tercero. Rajado el cuarto (sobrero), deslucido el quinto y muy descastado el sexto. Enrique Ponce, silencio y ovación fuerte tras aviso; Manolo Sánchez, silencio en su lote y Rubén Pinar, oreja y oreja.
FOTOGRAFÍAS: FRANCISCO RAMÍREZ