MAURICE BERHO
Nîmes (Francia). Julio Aparicioha cortado las dos orejas del cuarto toro del segundo festejo de la Feria de Pentecostés, un festejo que contó con un gran toro de Núñez del Cuvillo, que sirviópara recordar lo bueno que fue aquel novillero que irrumpió hacia el principio de los años 90 y que fue capaz de poner el ‘No hay billetes’ varias veces en La Maestranza de Sevilla.También Castellacortó una oreja importante mientras Talavante saludó una ovación en su primero.
El cuarto toro de la tarde, con el hierro de Núñez del Cuvillo, ha sido el toro soñado, y Julitose acordó aunque no lanzaremos las campanas al vuelo. Fue escueto el fondo pero sí muy vistosas e importantes las formas con las que el torero madrileño dibujó el toreo en la arena nimeña. Abandonado, empujó hacia delante con dulzura y profundidad al de Cuvillo sobre ambas manos. Un Julito desmelenado que hasta empezó la faena de rodillas y en todo momento estuvo apoyado por el público francés.
A buen seguro entrará en las efemérides de la feria, porque que un momento para paladear. Al que abrió plaza se le adivinaron grandes posibilidades pero entre el viento y las muchas dudas de Aparicio no se le terminaron de apreciar las virtudes en su totalidadcon un toro de vacas de Cuvillo.Castella volvió a Nîmes después de su polémica encerrona en la que nadie se puso de acuerdo a la hora de hacer recuento del público asistente, olvidándose descaradamente de la importancia de la gesta del torero galo aunque el resultado artístico no fue el esperado en condiciones tan adversas, pero hoy salió el sol porque el mistral despeja todo a su paso y el coliseo romano se llenó casi en su totalidad.
El francés también cortó una oreja del segundo, un toro con vibración pero escasa clase en su embestida que desarrolló genio a lo largo de la faena. Delante se encontró a un Castella muy dispuesto quien a base de su tremendo valor fue capaz de encarrilar las embestidas del dudoso pupilo de Cuvillo. Faena jaleada en todo momento por el público premiada con una oreja de mérito después de gran estocada. Al quinto le principió faena con el clásico pase cambiado. Se atisbó acontecimiento por la entrega del torero pero pronto el ‘cuvillo’ se complicó en la muleta del galo y el proyecto no tuvo continuidad.
Talavantepor su parte tuvo un toro con clase que duró poco, el tercero. El extremeño le recetó una primera parte de faena muy templada, que caló hondo pero el toro se vino a menos después, la faena también, y el torero acabó saludando. El sexto fue el más deslucido, Talavante lo intentó pero el toro se puso brusco y abortó cualquier intento del extremeño.
Plaza de toros de Nîmes. Segunda de la Feria de Pentecostés. Casi lleno. Toros de Núñez del Cuvillo, el cuarto premiado con la vuelta al ruedo. Julio Aparicio, pitos y dos orejas; Sebastián Castella, oreja y ovación; Alejandro Talavante, ovación y silencio. José Otero saludó en banderillas.