
Marcos, Alejandro Gardel y Francisco De Manuel
Una oreja cortó Francisco de Manuel al tercero, un novillo armónico y bien presentado, como sus hermanos, que ya en el capote se venció por el pitón izquierdo e imposibilitó al novillero lucirse con él en el capote. Empezó el madrileño la faena, en el centro del ruedo, con la mano izquierda, tras banderillear el propio novillero con tres pares comprometidos. Mucha voluntad, pero dispar colocación. Desde el primer cite, el novillo se venció en la muleta de Francisco de Manuel, que recibió la primera colada en el primer pase. La faena, de cara o cruz, estuvo presidida por la voluntad, la seguridad y las buenas maneras con un novillo muy exigente. En una de esas coladas, el utrero levantó los pies del suelo al novillero, que se libró de la cornada. Dejó el madrileño muuestra de su concepto, en un trasteo lleno de intensidad y emoción que, unido al volapié que recetó, pusó en sus manos el trofeo.
Dio la vuelta al ruedo tras petición en el sexto, un novillo con cuajo y serio que ya en el recibo de capa se metía para los terrenos de tablas. Banderilleó Francisco de Manuel aprovechando las querencias con dos pares de dentro a fuera. En la muleta, el novillero sacó partido a la buena condición del utrero y el punto de mansedumbre, para dejarle la muleta puesta en la cara y ligar los muletazos. Pudo más la falta de casta que la bravura y acabó en la querencia. Se fue detrás de la espada y mató de una estocada delantera.
Alejandro Gardel sorteó el mejor utrero de Fuente Ymbro en segundo lugar. El novillo se defendió y salió suelto en el caballo. Sin embargo, en la muleta, el astado fue encastado, quería todo por abajo, muletazos muy largos, para engancharlo y llevarlo con profundidad. Los mejores pasajes del novillero madrileño llegaro en las primeras tandas con la mano derecha en el centro del ruedo. No terminó de redondear la faena Alejandro Gardel al que, tras una estocada en el primer encuentro, se le pidió la oreja de forma minoritaria. Poco pudo hacer con el quinto, un novillo sin clase, descompuesto y soltando mucho la cara. Alejandro Gardel lo intentó por ambos pitones y lo 'despachó' de una estocada desprendida con habilidad.
Silencio fue el resultado, en ambos turnos, para Marcos. El segundo de su lote, que mejoró en el tercio de banderillas por la buena lidia de Miguel Martín, se vino de más a menos. El novillero salmantino alcanzó los mejores pasajes cuando dejó la muleta puesta y provocó al novillo. En su primero, destacó el inicio de faena con doblones por abajo a un novillo con una condición algo mansurrona del animal. A ambos novillos los mató en el segundo intento, tras un pinchazo y un metisaca defectuoso.